El fregadero es uno de los elementos más necesarios de la cocina, indispensable en la zona de lavado y preparación de los alimentos.
Forma parte de todo el conjunto de la estancia y, en los últimos años, se ha convertido además en una pieza decorativa importante.
Cuidar el estado del fregadero es importante: influirá en el aspecto general que tenga la cocina.
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Cuidando el fregadero
El fregadero se usa continuamente en la cocina. Para aclarar platos, para lavar alimentos, … Además, usamos el estropajo o la bayeta, que a veces quedan depositados dentro.
Esto hace que acumule humedad y restos de comida y que pueda atraer muchas bacterias.
Para evitarlo, es necesario cuidar al máximo su limpieza y mantenimiento.
A continuación te contamos los trucos más importantes para cuidarlo y que tenga la mejor apariencia.
Restos de comida
Tanto si disponemos de lavavajillas como si no, no conviene dejar que los cacharros sucios se acumulen en el fregadero.
Conviene darles una pasada con agua y un poco de jabón si los vamos a meter al lavavajillas o fregarlos cuanto antes evitando que los restos de comida se sequen y se queden pegados. Así eliminaremos rápidamente la posibilidad de que proliferen gérmenes no deseados.
Bayetas y estropajos
Las bayetas o los estropajos son también un campo ideal para la multiplicación de bacterias indeseadas.
Después de usarlos, tenemos que limpiarlos adecuadamente. Aclararemos bien el estropajo, con un poquito de detergente al final, para que no queden restos. La bayeta la podemos lavar en la lavadora, con un programa a alta temperatura.
También es importante ir renovándolos con asiduidad.
El fondo del fregadero
Darle una pasada con el estropajo y un poco de detergente lavajillas y pasarle después un papel de cocina o un trapo suave para secarlo, hará que quede limpio y brillante.
El desagüe
Igual que el resto del fregadero, es importante que quede limpio y que retiremos los restos que se hayan podido quedar ahí atascados. Esto evitará olores no deseados.
Un truco para protegerlos es usar tapones filtrantes, que son muy económicos, fáciles de limpiar y retienen gran parte de esos restos.
Así, de manera sencilla y rápida podremos mantener nuestro fregadero «de revista».