La mesa de la cocina es ese espacio donde toda la familia se reúne para desayunar, para comer, para cenar, para tomar un aperitivo, …, o para charlar.
Además, es también ese espacio que aprovechamos, a veces, para preparar la comida o para dejar la compra cuando llegamos a casa.
También puede ser un elemento decorativo básico en la cocina. Por tanto, debe ser útil, resistente y elegante a la vez.
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Eligiendo la mesa
El tamaño
El tamaño de la mesa siempre deberá ir en consonancia con el espacio del que disponemos para colocarla. Y es que hay que tener en cuenta también que irá acompañada de unas sillas, formando un conjunto que debe tener cierta amplitud alrededor.
Es importante que ni la mesa ni las sillas obstaculicen zonas de paso o que impidan la correcta apertura de los electrodomésticos o los muebles de cocina.
La forma
Mesas redondas
En cocinas espaciosas podemos optar por una mesa redonda, muy acogedora para los comensales.
Mesas con bancos
Las mesas con un banco y varias sillas son una alternativa muy visual, cómoda e interesante.
Barra americana
Cuando el espacio es más reducido, una mesa de cocina con barra americana es una buena solución.
Lo ideal en este tipo de mesas es que tengan una profundidad de 38 a 45 cm y una altura mínima de 95 cm, que nos permita añadir taburetes altos si lo deseamos.
Mesas alargadas
Por otro lado, las mesas alargadas nos permitirán colocar uno de sus lados contra la pared, ganando espacio de paso en la cocina.
Mesas abatibles
Las mesas abatibles son otra solución cuando tenemos poco espacio. También pueden servir como superficie auxiliar en un momento determinado.
Materiales
En cuanto a materiales, es conveniente decidirse por aquellos de limpieza más fácil, eligiendo superficies resistentes de resinas, cristal templado, acero inoxidable, … Podemos descartar superficies porosas como la madera, que se estropean fácilmente con la humedad.