Elegir el horno que mejor se adapte a nuestras necesidades es muy importante cuando pensamos en los electrodomésticos de nuestra cocina.

Tanto si nos gusta especialmente cocinar como si simplemente hacemos algún asado de vez en cuando, deberemos tener en cuenta varios factores a la hora de elegirlo.

Y es que desde los hornos convencionales de las cocinas tradicionales a los hornos multifunción, cada uno tiene una serie de características que lo harán más idóneo para cada cocina.

Eligiendo el horno

Tipos de horno

Fundamentalmente hay dos tipos de hornos: independientes y polivalentes.

Horno

Su diferencia básica es que los polivalentes incluyen su propia placa de cocción y sus propios mandos.  Ambos se unen a través de los “cardans”, que son una especie de varitas que llevan el movimiento de los mandos a la placa.

Estos hornos deben ser instalados bajo encimera, conformando un conjunto entre horno, placa y campana extractora.

Los hornos independientes pueden instalarse en cualquier espacio de la cocina, entendiendo que la placa de cocción de la que disponemos tiene sus propios mandos separados.

Dentro de estos hornos podemos encontrar también varios tipos: sin mutifunción, con multifunción, pirolíticos, de vapor, de gas, con microondas, de medidas especiales, de sobremesa, …

Cómo funcionan

Los hornos independientes convencionales disponen de dos rejillas que proporcionan calor para el cocinado en la parte superior e inferior. Se pueden utilizar por separado o combinándolas. Sencillos y económicos, son los hornos que podemos encontrar en la mayoría de las cocinas.

Los hornos multifunción tienen además un ventilador en la parte de detrás, que mueve el aire por el interior y hace que los alimentos tengan un preparado más uniforme. Además, permite cocinar dos platos a la vez. Su precio variará según las funciones adicionales que tenga: programación, puerta abatible, bandejas extraíbles, …

Los hornos pirolíticos son ideales en los casos en que se utiliza mucho este electrodoméstico. Cuenta con un sistema de limpieza por calor, que hace que se alcancen los 500º durante una hora para carbonizar la suciedad y que se pueda retirar posteriormente de forma muy fácil con un simple trapo.

Los hornos de vapor permiten la cocción mediante esa función, constituyendo una alternativa saludable al cocinar con menos grasa. Aunque suele ser complementaria a las demás que pueda tener un horno, también hay modelos que cuentan únicamente con el cocinado a vapor.

Los hornos de gas tienen como principal característica que son más ecológicos y eficientes energéticamente que los eléctricos. Son más caros en un primer momento, pero su importe es más amortizable si el uso que se le da es frecuente. Emiten un calor más húmedo, que mantiene la jugosidad de los alimentos.

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Tamaños

Los hornos convencionales suelen tener 60 cm de anchura, aunque hay hornos compactos diseñados para espacios más estrechos que pueden tener un ancho inferior.

Así, hay hornos de sobremesa cuyas medidas oscilan entre los 52 cm y los 59 cm.

De igual manera, hay modelos más anchos que pueden alcanzar los 90 cm.

En cuanto a la altura, la más común vuelve a ser la de 60 cm. No obstante, hay hornos de 45 cm de alto, que suelen ser los que cuentan con función vapor. Y también de tan solo 33 cm, medida típica de los de sobremesa.

Con respecto a la profundidad, las medidas más habituales son nuevamente los 60 cm, aunque pueden acortarse hasta los 51 cm en hornos normales.

Los hornos compactos son más estrechos, teniendo de 44 cm a 47 cm de fondo.

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Características claves

Vistas las características técnicas, recordaremos que hay cinco premisas en las que pensar cuando nos planteamos qué horno elegir.

La primera es su capacidad. La mayoría de los hornos tienen alrededor de 57 litros, aunque podemos encontrar algunos con las mismas medidas y la cavidad más grande, de hasta 74 libros.

La segunda es su temperatura. Aunque la mayoría de los hornos alcanzan temperaturas entre los 50 grados y los 250 grados, hay modelos que pueden superar esta temperatura máxima.

La tercera es su eficiencia energética: lo ideal es que nos fijemos en hornos de categoría A y A+, lo más eficientes.

La cuarta es su sistema de apertura. Podemos encontrar hornos con puerta abatible, con bandejas extraíbles por guías, apertura lateral hacia uno u otro lado, con doble bandeja, con puerta fría que no queme al tocar, …

Y la quinta y no menos importante, la limpieza. Aquí es donde nos fijaremos si nos convienen las prestaciones de un horno pirolítico, en otro con sistema de vapor de agua para reblandecer la suciedad, …

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Podríamos añadir una última: dejarnos asesorar por un buen profesional que nos ayude a tomar la decisión más acertada.