Una cocina con estilo propio habla de mucho más que de diseño. Habla de personalidad, de ideas, de proyectos, de un concepto propio acerca de la manera de disfrutar de este espacio de la casa.
Participar en ese proceso de reforma y decoración es un auténtico lujo. Y conseguir que la cocina se convierta en un lugar acogedor, moderno y funcional es todo un reto que se puede conseguir.
Es lo que se consiguió en esta cocina funcional con estilo propio.
Cocina en blanco y vintage
En esta ocasión se apostó por colores claros, con muebles de líneas sencillas y minimalistas.
Frontal y bancada de Silestone
El frontal blanco de los muebles, con tiradores finos y elegantes, se ve complementado por el tono vintage del estratificado de las puertas.
Siguiendo la misma gama de color, se colocó un frontal, más alto en la pared de la zona de cocinado, a juego con la bancada.
Tanto el frontal como la bancada son de Silestone, material de alta resistencia y durabilidad, compuesto principalmente por cuarzo (más del 90%) y poliéster.
El Silestone, además, tiene muy baja porosidad, garantizando la no absorción de líquidos, y se puede limpiar fácilmente con agua y jabón.
En la bancada queda integrado un fregadero bajo encimera, de un solo seno y con escurridor esculpido en la parte izquierda.
Los electrodomésticos en acero inoxidable aportan un toque muy elegante a la cocina, manteniendo su luminosidad.
Orden y funcionalidad
El orden y la practicidad en la cocina son un añadido de gran valor. Tenerlo todo a mano, de forma cómoda y rápida, hará que disfrutemos aún más de cocinar o de pasar tiempo en esta parte de la casa.
Así, cajones amplios, con caceroleros y gran espacio, dan cabida también a unos cubos de reciclaje que completan esta cocina funcional con estilo propio.